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Foto del escritorDennis Garcia

El arpa y su impacto en la sociocultura de Cerrillos de Díaz

Actualizado: 11 feb 2023

El arpa es un instrumento que llegó a México con el arribo de los españoles, quienes, mediante la música sacra, trataban de evangelizar a los pueblos indígenas. Fue así, que con el paso de los años estos pueblos integraron los sonidos del arpa a su propia música, usándola en diversos rituales, lo que menciona en su investigación el Dr. Alejandro Martínez de la Rosa.


El arpa jarocha surge de la española, teniendo sus inicios en el siglo XVI durante la conquista de Hernán Cortés. Este instrumento no fue apreciado durante el siglo XIX en casi todo México y Veracruz no fue la excepción, tal y como lo menciona el escritor Manuel Payno en la Carta 13 de su texto “Un viaje a Veracruz en el invierno de 1847”.


Es sorprendente la manera en que una población vuelve tan suyo el ámbito musical, que se vuelve parte de la vida cotidiana inculcar, trasmitir y dominar algún instrumento o el saber cantar. Creando una sociocultura de la que están orgullosos, siendo reconocidos a nivel internacional por su talento.

El arpa, instrumento cuyos orígenes se encuentran en Egipto y Grecia ha puesto a Cerrillos de Díaz en un destacado lugar a nivel internacional, lo que ha derivado en un importante impacto sociocultural en sus habitantes.


Cuna de arpistas le denominan a esta localidad que alberga el Foro Cultural Cuna de Arpistas, teniendo entre sus pobladores lauderos que crean las arpas, instrumento dominado por el gran talento local, ya que la mayoría de su población tiene una excelente voz y tocan ya sea la jarana o el arpa.


En la historia musical jarocha, bien se menciona en el libro “El arpa jarocha” de Ángel de Sotaventó, contrariamente a lo que se suele creer, la dotación instrumental original de la música jarocha no incluía el arpa. Fueron los campesinos, rancheros, vaqueros, peones de haciendo, arrieros, pescadores y demás quienes dieron la vida a los sones jarochos con los instrumentos que tenían a su alcance: la jarana y el violín. El arpa, aún como instrumento diatónico popular, siempre ha sido relativamente cara, delicada y difícil de trasportar. Esto puede explicar, en parte, por qué entre los campesinos jarochos del siglo pasado, dadas sus duras condiciones de vida, el arpa no era de uso común. (pág. 147)

En 2001, un 25 de febrero, se llevó a acabó el primer Festival del Arpa en la localidad de Cerillos de Díaz, perteneciente al municipio de Alto Lucero Gutiérrez de Barrios, Veracruz. Fue parte de la primera organización José Fiobello Aguilar con el apoyo de la administración de ese entonces por parte de Judith Aguilar Presidenta del DIF y Miguel López Director de Casa Cultura, como músicos cerrillenses, impulsando a artistas de la localidad, así como del estado. Lo que ha atraído a arpistas internacionales como visitantes, volviéndose con el paso de sus ediciones el Festival Internacional del Arpa.



Eduardo Viveros Colín, orgullosamente cerríllense, con sólo 18 años ya es un reconocido arpista, “Comencé a tocar el arpa a la edad de 8 años. Cuando me intereso por primera vez fue en la iglesia evangélica, a la que yo me congrego ya que se le toca a Dios con arpa. Entonces, la relación espiritual y musical con el arpa fue algo que me impulsó mucho a querer aprender también mi abuelo es laudero, es decir que hace arpas y pues era siempre tener arpas en la casa, entonces eso fue otro punto muy importante”, nos compartió durante la entrevista realizada para este reportaje.

Para la elaboración de este instrumento de cuerda pulsada es muy importante el tipo de madera, ya que los grandes lauderos mencionan que cada una suena diferente, de esta manera la madera de “calabazo” se vuelve una de las principales para creaciones magníficas, entre otras, como el cedro, palocal y nacazle.


En esta localidad se encuentra el gran laudero y músico Régulo Sánchez Viveros en 2015, creo un arpa que mide 3.65m de altura con 71 cuerdas, fabricada en 15 días. Actualmente, se encuentra en exhibición dentro del Palacio Municipal de Alto Lucero; arpa que se tocó por excelentes músicos representantes de la tradición veracruzana, de la misma forma que fue tocada por 11 arpistas cerrillenses. Mencionando que este instrumento tiene un registro ante un notario por medio de un acta en donde se mencionan las medidas y demás características de esta obra de arte jarocha.


“Sí, he participado dos veces en el festival de mi localidad, a lado de mi sobrina y hermano, estuve presente en su primera edición en 2001 en donde tocamos tres canciones las cuales se nombran Egoísta, Cuando tú me besas, Crucificó de piedra. Le gustó mucho al público, pudimos ver su entusiasmo al escucharnos de la misma forma que con cada participante”, nos cuenta Luis Aguilar López. Empezó a tocar el arpa a los 13 años, comenzando a crearlas a sus 18 años gracias a su padre quien fue su mentor, juntos trabajaban en la plaza Garibaldi, un negocio familiar en donde sus hermanos también formaban parte.

Después de 20 años con esta labor, se muda a Cerrillos de Díaz dedicándose a la creación de arpas y los fines de semana asistía a ferias en Aguascalientes o Casitas, Veracruz en la zona de turismo.


En varias investigaciones sobre la cultura se llega a la conclusión que, en entorno a la sociocultura de dicha manifestación musical, cada cultura y religión interpreta su propia música, aunque existan similitudes, cada lugar tiene un distintivo que se hace presente en las diversas tonalidades hechas por el arpa, por lo que no existe un solo ritmo o manera de tocarla.



Juan Carlos Sánchez Sánchez, poblador de esta localidad, con 30 años de edad, su tío le enseñó a sus 12 años a tocar el arpa, al ver tanto a familia, amigos y personas a su alrededor tocar este instrumento o jarana, nace su amor por la música. "Soy integrante de un grupo musical en donde hemos ido a tocar a muchos lugares, en donde las personas escuchan y conocen este instrumento, igualmente el folklor veracruzano, es ahí donde siento que vamos llevando la música a otros lugares pues donde no se conoce, incluso donde no conocen el mismo instrumento, el arpa, por otra parte, he tenido la oportunidad de enseñar a niños, para que estos lleven la música del arpa y se conozca en otros lugares”, nos comparte la forma en que aporta socialmente para la conservación del son jarocho como de la valoración cultural de arpa.

Como sociedad es importante conservar de la misma forma que trasmitir las partes y elementos que nos caracterizan, la música ha estado presente en cada evento importante de la historia humana, ante ello forma parte fundamental de la cultura que a su vez nos ayuda a entender la evolución, pensamiento, ideologías y las decisiones por medio del ritmo o letra que contenga. La música es una de las grandes artes, con el poder de trasmitir y expresar lo que se siente y no se puede decir, teniendo el poder de conectar masas, unir pueblos, crear tradiciones que se pasan generación tras generación. Cerrillos de Díaz es un ejemplo claro de una sociocultura creada e implementada en la vida diaria de sus habitantes, destacando y puliendo talento.


“Comencé a crecer en este ámbito porque se me dio por primera vez la oportunidad de presentarme en un escenario internacional en la ciudad de Bogotá, Colombia, en el Festival Infantil de Arpas de la ciudad de Bogotá, eso fue cuando tenía 9 años.

Entonces, pues ahí me fui relacionando con personas que organizaban festivales y les llamaba mucho la atención un niño de 9 años tocando el arpa y pues con esa habilidad entonces fue como una cadenita de ir conociendo y recomendando así a festivales.

Y bueno he representado a México en diversos festivales internacionales en muchos países como Colombia, Chile, Brasil, Italia, Argentina, España, Paraguay y muchos más como Francia, Holanda, El Salvador, Panamá, Perú, Ecuador. He ganado algunos premios nacionales e internacionales en México y en Estados Unidos”, relata Colín.

Es impresionante socioculturalmente hablando, el cómo se adaptan a tener la música como parte importante de sus vidas, encaminándolos a grandes cosas, por algo tan magnífico como el sonido de la melodía de las cuerdas. Entre praderas y cerros con vistas rurales se puede escuchar la armonía de la jarana como del arpa consecuencia de que los lauderos afinen las cuerdas, se perciben las voces deslumbrar de próximos talentos en crecimiento, así pasan los días hasta la llegada de la gran arpeada, donde la música y talento atraen a visitantes de todo mundo.


Sotavento menciona en su libro que Andrés Huesca fue, sin duda, el primer veracruzano que triunfó en la Ciudad de México interpretando sones jarochos con el arpa. Con menos participación en películas, los hermanos Barradas se consagran allí como grandes arpistas. (pág. 154)


“Bueno de la cultura musical se puede expresar al tocar una melodía, sobre todo la música jarocha, que es alegre que también tocamos boleros, rancheras como cumbias, bueno con el arpa puedes tocar todos los géneros musicales, sobre el arpa jarocha ya es muy conocida en todo el país, mi mejor experiencia fue haber tocado con 100 arpistas en un evento en Boca del Río “, nos relata el señor Aguilar López.

Hoy en día el ayuntamiento de Alto Lucero impulsa al aprendizaje musical con diversos programas gratuitos para los infantes que quieran aprender a cantar o tocar un instrumento, asegurando de esta manera que por un largo tiempo se siga difundiendo la música, como la creación de su instrumental.

Así que ven y escucha el arpear de tierras cerrillenses.

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