top of page
Foto del escritorDennis Garcia

De boleros a rata de dos patas

El plan sonaba demasiado irreal para que saliera bien, no habían ensayado, no tenían experiencia con presentaciones en público o como era tratar con uno de cualquier clase. El retundo “no lo hagas”, se escuchaba en la mente de Alan, pues su grupo de amigos en aquella tarde del 9 de mayo, de esas en donde las nubes estaban presentes en aquel cielo que empezaba a tornarse naranja.



La loca idea de aquel grupo de jóvenes que se encontraban reunidos en la casa de Giovani, que estaba sentado en aquel sillón solo, con las manos unidas en donde descansaba su barbilla, distraído en algún punto de la habitación, no podía concentrarse después de aquella propuesta que soltó son más.


Alan no podía dejar de mirar de un lado a otro, analizando las reacciones de los cinco jóvenes que solo escuchaba parlotear.


-Tocar frente a personas, es toda una locura Giovani, y sin preguntar antes dijiste que si- dijo uno de los jóvenes que se encontraba caminando de un lado a otro sin poder creer, que, a pesar de sus reclamos, de su negatividad, lo haría.


Alan lo sabía, lo harían, tocarían en aquella fiesta por el día de las madres, sin tiempo para practicar. Sin duda el pánico, miedo abriendo paso al estrés se estaban desarrollando en cada uno de ellos; siendo jóvenes de la localidad de Alto Lucero Barrios de Gutiérrez, llevándose algunos años entre ellos, pero rondaban entre los 16 a 21, todos sabían tocar al menos un instrumento musical desde el arpa, la guitarra, el acordeón, guitarrón, trompeta así mismo sabían cantar, no como profesionales, pero lo hacían bien.


Después de minutos discutiendo que canciones tocarían, si acaso realmente podían tocar por que ante todo los nervios de equivocarse no los dejaban de atormentar. De cierta forma Giovani se sentía muy tranquilo ya que desde pequeños la mayoría había crecido en el entorno de la música, ya fuera por sus abuelos, tíos que pertenecían a alguna agrupación, o que conforme iban creciendo los llevaban para que experimentaran lo que era un grupo, comparado a ahora que eran jóvenes que nunca se habían sincronizado para tocar juntos se notaba la complicación.

En una entrevista realizada a la agrupación juvenil musical en diciembre del 2021, argumento el guitarrista que aportaban socioculturalmente a la conservación del bolero, y música tradicional, como popurrís, para de esta forma alentar a la población joven a ser parte de esta rama musical.


Pasaron hasta altas horas de la madrugada ensayando todo un repertorio de boleros, eran los ideales para la ocasión, al igual que eran los más fáciles de aprender.

Al día siguiente sentían los nervios a flores de piel, tantos ojos observando cada movimiento que realizaban no dejaban que la confianza y comodidad se hicieran presentes. El sonido del arpa acompañada del saxofón no tardaron en hacerse presentes, poco a poco sentían soltarse, el escenario empezaba a ser de ellos, vaya estaba saliendo mejor de lo que pensaba dijo Alan internamente.


Tras un par de horas ya podían sentir el cansancio cobrar la cuenta, al culminar y dar las gracias por aquella oportunidad reciben su pago, no habían pensado en lo gratificante que iba a ser recibir dinero por hacer algo que se les daba de una manera tan natural, en ese preciso instante nació Juvenil Musical.


La voz se empezó a correr sobre el espectáculo sobre lo deleitante que era escuchar al grupo de jóvenes tocar boleros, las caras de sorpresa no faltaron, pues quien pensaría que les gustara tocar tan género. Bien lograba escuchar Alan que las tierras alteñas eran cuna de artistas.

Recuerda que en 2013 sus padres le regalaron un piano que, por mérito propio tras largas horas de tocar, practicar, ver tutoriales aprendió a tocarlo siendo motivado por que en ese momento la música de banda era su favorita. Un par de años después con su propio esfuerzo se compró un acordeón, quizás era un poco ridículo para su familia ya que la gran mayoría o eran dentistas o doctores.

Alan sentía que, si lo veían como un bicho raro, primero el piano, el acordeón y ahora un grupo, no le tomaba mucha importancia, veía que después de unos meses al grupo le iba bien, serenatas, presentaciones, incluso se presentaron en algunos centros religiosos.

Al pasar de los meses por los tiempos, la demanda de tiempo de las carreras de algunos, decidieron darse una pausa. A el no mucho le preocupaba eso ya que estaba por salir del Telebachillerato, más relajado no se podía sentir, sabía que estudiaría odontología en la Universidad Cuauhtémoc de Xalapa.


Según recuerda Alan se encontraba descansando plácidamente en la comodidad de su casa en eso de la temporada de mayo-junio, siendo un joven de tan solo 17 años, con muy pocas responsabilidades en la vida.

Interrumpiendo su tranquila noche alrededor de las 9 recibe algunos mensajes de un amigo, a la cual responde después de ver el nombre del individuo en la pantalla de su teléfono con cierta desfachatez.


En los cuales le proponía que si podía ir a tocar canciones de paquita a lo cual el respondió con un resoplido antes de teclear el mensaje que obviamente no. Ya que Alan sabia tocar muy bien el acordeón y sus amigos sabían de aquel talento que poseía el joven con el instrumentó.

Después de dar su respuesta se quedó pensativo del por qué lo invitarían a tocar canciones de Paquita, ya que no le dijeron con quién tocarían solo una simple invitación careciente de información.


Y como todo buen joven curioso no se iba a aquedar con la duda por lo cual llama a su amigo, ante esto le explican bien:


-Pues fíjate que iremos a tocar a Misantla, acompañando a Paquita la del Barrio, por eso ocupamos acordeón. Y pues tu tocas acordeón.

A lo cual Alan contesto con un siempre- Pues si está bien.


En lo que resto de la llamada se pusieron de acuerdo de a qué hora al otro día pasarían por él, el cómo debía ir vestido, antes esta petición él tuvo que empezar a pensar quien le podría prestar la ropa que le solicitaban y más que nada que le quedara ya que por su gran altura y complexión no cualquiera podría ayudarlo.


Francisca Viveros Barradas, conocida como Paquita la del Barrio, es originaria de la localidad de Alto Lucero Barrios de Gutiérrez, a sus 73 años lanzó su candidatura para diputada de Misantla por parte del partido Movimiento Ciudadano el 26 de enero del 2021.


A la mañana del día siguiente pasan por él, Alan iba pensando mientras caminaba con dirección al vehículo como le iba a hacer si realmente no sabía tocas ninguna canción de Paquita, bueno con una excepción de la más conocida “Rata de dos patas”. Pero aun así no se sentía confiado con esa única canción en su repertorio porque sabía que tenía que afinar bastantes detalles para no parecer primerizo o incluso quedar en ridículo ante la cantante.


En el transcurso del trayecto iba algo incomodo en la camioneta que los transportaba a el evento, teniendo en cuenta que él es de gran estatura y complexión media, sumando a esto que trataba de practicar y aprenderse las canciones que tocarían era una tarea casi imposible, pero como Alan dice el intento se hace.


Pausando un poco su trayecto pasaron por la localidad de Plan de las Hayas a comer unos ricos chicharrones para no llegar con el estómago vacío. Después de esta pequeña parada un recorrido de una hora aproximadamente camino a Misantla, lo esperaba por recorrer, pobre Alan ya podía sentir entumecidas las piernas junto con el incomodó dolor de espalda.


Llegando a su destino se dirigieron a tocar en la localidad de Lomas del Cogolite, fue en donde ocurrió el encuentro con Paquita. Alan bien recuerda verla llegar en su Suburban, “muy chingona” pensó el, con todo su batallón de ayudantes, guardaespaldas, organizadores, sin fin de personas. Porque en ese tiempo la cantante se decidido postular como diputada de la zona.


La cantante dio su discurso para después abrir paso al show cantando su repertorio, entonces bien Alan no se había equivocado hasta ahora, pero sentía la gota gorda querer bajar por su frente, ya no sabía si era por el clima o los nervios de equivocarse.


Cerca de donde habían tocado tendrían una presentación más en la localidad de Salvador Diaz Mirón, iba con buena racha, pero esperaba no equivocarse, se lo suplicaba a la fuerza espiritual que existiera, durante el trayecto veía un camino de nunca acabar percatándose de que la localidad se encontraba en lo más alto de la sierra.


Llegando ayuda a instalar todo, cuando ya todo estaba listo para iniciar y la cantante iba a cantar estaba un monaguillo tocando la campana de la iglesia en el momento justo, Alan no podrá olvidar la cara y expresiones de la artista durante ese largo momento, porque si fue largo más de dos minutos esperando a que el campaneo cesara.


Paquita haciendo honor a su fama, le grito – Ya paralé inútil- esperando que este parará, porque al parecer estaba ansiosa por cantarle a su público, a más de uno le robo una carcajada, tratando así de que no resonaran muy fuerte en aquella explanada, con temor a provocar el disgusto de la alteña.


El ruido cesa dando paso al espectáculo, todo bien, hasta que Paquita le pide una canción a Alan, este se queda en blanco porque no se lo sabía, sentido palidecer en menos de un segundo, en su mente resoba “ya la cague”, casi sabiendo que al monaguillo no fue al único que le había dicho inútil, incluso hasta más pero mentalmente.


De regreso a casa las burlas no pararon, pero bueno el intento se hizo, quien pensaría que todo aquel inicio con sus amigos lo llevaría a ser conocido para llegar a tener la invitación con Paquita, bueno sin duda a pesar del error, la experiencia y vivencia lo dejaron gratificado.

19 visualizaciones0 comentarios

コメント


bottom of page